Cómo evitar las estrías en el embarazo
¿Quieres saber cómo evitar las estrías durante el embarazo? Descubre nuestros consejos.
Las estrías son un problema que nos afectan más a las mujeres y que parecen inevitables durante el embarazo, pues la piel se estira rápidamente y acaba por romperse.
- Las estrías: son desgarros producidos por la rotura de las fibras elásticas de la piel y se manifiestan como marcas visibles.
- Durante el embarazo: se producen más estrías, conocidas como trioque, debido a los significativos cambios del organismo.
- Prevenir: es más importante que curarlas, por lo que hay que conocer los elementos que las favorecen y buscar soluciones adecuadas para el embarazo.
Sin embargo, estas marcas que se forman en nuestra dermis por la rotura de las fibras elásticas surgen por unos motivos concretos. De manera que, si los conocemos bien, sabremos hacerles frente con mayor eficacia.
Para averiguar cómo lograr frenar su presencia en nuestro cuerpo y no tenerles temor durante los nueve meses de gestación, vamos a hacer un repaso por los elementos que favorecen su aparición y los mejores métodos para reducirlas, pero también para evitar que salgan en un primer momento.
¡Porque no olvidemos que la prevención es tanto o más importante!
Además, no tendrás que preocuparte por tu bebé, porque en todos los casos las soluciones están adaptadas para mujeres encinta, de manera que no he escogido remedios que contengan ingredientes nocivos o mínimamente perjudiciales para el feto.
Dicho esto, solo nos queda ponernos manos a la obra.
Qué son realmente las estrías y por qué aparecen

Como siempre, lo primero que hay que hacer es ir a lo esencial y descubrir todo lo necesario sobre la formación de las estrías.
Seguro que su aspecto físico ya lo conoces, pues son unas marquitas alargadas -casi como rayos- que aparecen en la dermis y que pueden tener un color rojizo o blanquecino, dependiendo de lo recientes que sean.
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En cuanto a porqué se producen, nacen cuando la piel sufre cambios tan bruscos que se estira demasiado rápido, volviéndose cada vez más fina y tirante, hasta que acaba por romperse.
Es decir, que básicamente podemos afirmar que se tratan de desgarros, motivo por el que dejan marcas tan visibles en el cuerpo.
A pesar de lo dramático que pueda sonar, ni son dolorosos ni perjudiciales para la salud. Se trata más bien de una cuestión estética, aunque es perfectamente lógico que te preocupe de todas formas y que quieras ponerle solución.
Por todo lo mencionado, es normal que salgan más durante el embarazo, ya que los cambios que vive el organismo son realmente significativos (basta con ver el volumen que alcanza el abdomen).
En este caso adquieren un nombre propio, pues se llaman trioque.
A pesar de todo, también pueden darse durante la adolescencia -que de igual modo implica alteraciones hormonales fuertes- y como consecuencia de grandes pérdidas de peso en poco tiempo, aunque también están relacionadas con factores hereditarios y determinados problemas de salud.
Esto también hace que sean más comunes en determinadas zonas del cuerpo, como el tren inferior (particularmente muslos y glúteos), el pecho y, por supuesto, el abdomen, en especial en el caso de las embarazadas.
El problema es que esta modificación es tan veloz que la dermis no tiene tiempo de regenerarse. Por tanto, una manera de prevenir que esto suceda es mantenerla bien hidratada, de forma que sea lo suficientemente elástica como para no dañarse.
Además, también conviene mejorar su resistencia y aumentar los niveles de colágeno. Pero… ¿cómo conseguirlo?
Las mejores soluciones para frenarlas
Si lo que tenemos que hacer es mejorar estos aspectos de la piel, parece evidente que hay que buscar maneras para conseguirlos. La duda es cuáles son los mejores métodos y qué medidas es recomendable aplicar durante el embarazo.
Para ayudarte a tenerlo más claro, vamos a dividir estas soluciones en diferentes categorías.
Apuesta por la cosmética especializada

Los productos profesionales han sido creados con el objetivo de eliminar las estrías y cuidar tu piel de la manera más eficaz y sencilla posible.
Además, suelen ser más potentes que los remedios caseros, solo que debes ser constante en su tratamiento para unos buenos resultados.
De entrada, ojito, porque algunos de estos productos solo evitan que se formen más y no actúan sobre las ya existentes, así que hay una serie de elementos en los que debes fijarte para elegir la que más se adapte a lo que buscas.
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Para empezar, es importante que te fijes bien en sus componentes para ver si incluyen colágeno, que es una proteína esencial para mantener sana la células de la dermis; silicio, el mineral encargado de la estructura de la piel; y vitamina E.
En todos los casos, busca siempre que la formulación sea en su mayoría natural, que contenga pocos conservantes (para evitar el efecto combinado de los cosméticos) y no cuente ni con irritantes ni con parabenos, que pueden ser nocivos.
De todas maneras, el detalle imprescindible es que evites a toda costa el Retinol-A, un componente altamente perjudicial en el embarazo, pero también durante el proceso de lactancia.
También es interesante que tenga un formato cómodo, con un envase opaco con dispensador, de manera que el producto se aproveche al máximo y se conserve en buen estado y sin verse afectado por los factores externos.
Por eso, una buena opción (y la que yo usé en mis embarazos) es la crema Antiestrías de Akento, que cuenta con muy buenos ingredientes.
Respecto a su uso, debes aplicarlas rutinariamente dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche, como suele ser habitual.
Solo tienes que limpiar la piel y dejarla secar antes de extender la crema con las yemas mediante suaves masajes circulares (y prestando especial atención a cubrir toda la estría por igual) para que se absorba mejor. Sencillo, ¿verdad?
Un detalle interesante que debes tener en mente es que estos productos es importante usarlos también después del parto, porque el cuerpo sigue cambiando y adaptándose al enorme cambio que ha experimentado los meses previos.
Así que no descuides su cuidado una vez haya nacido tu bebé, porque confiarse no es bueno.
Opta por remedios caseros y naturales

En caso de que disfrutes creando tus propios tratamientos y siempre prefieras apostar por los métodos naturales, que sepas que tienes multitud de opciones para vencer a las estrías. Y, lo mejor, es que puedes hacerlo mientras disfrutas.
Por ejemplo, uno de los remedios más eficaces y agradables son los masajes con aceites esenciales, siendo especialmente recomendables los de almendra dulce (con alto contenido en vitamina E, que aumenta la flexibilidad), coco (previene las roturas en la dermis) o rosa mosqueta (posee grandes propiedades cicatrizantes.
¿El motivo? La presión ayuda a reactivar la circulación a la vez que la piel queda nutrida en profundidad, de manera que se mejora su elasticidad y se previenen las roturas.
Otro gran detalle es que con tan solo unas gotitas puedes abarcar una gran superficie, por lo que es realmente económico.
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También es muy útil que intentes exfoliar tu piel todas las semanas, porque eso ayuda a acabar con las pieles muertas y a renovar las capas exteriores de la dermis.
Para ello puedes mezclar una cucharadita de aceite de almendras con unas gotitas de zumo de limón recién exprimido y un puñado de azúcar blanco. Debes dejarla actuar 10 minutos. Además de dejarte muy buen olor, no se tarda nada.
Por supuesto, el aloe vera sigue siendo un gran aliado a la hora de cuidar la piel por sus múltiples beneficios.

Si tienes tu propia planta en casa, puedes extraer su pulpa de una de sus gruesas ramas para aplicarla sobre las estrías y dejarla reposar 30 minutos, que es el tiempo que tarda en hacer efecto, ¡y encima te transmitirá una sensación calmante!
Y, si no te importa su textura, te ofrezco la opción más pringosa, porque debes batir la clara de dos huevos y dejarla sobre la piel alrededor de 15 minutos.
Luego no te olvides de aclarar bien para que no queden restos que se sequen sobre ella. Esto calma la dermis y además te la dejará bastante suave.
Otros consejos útiles y necesarios
Más allá de tratamientos específicos, es necesario que también adoptemos medidas más generales que nos ayudarán a tener un ritmo de vida más sano y una piel bonita y completamente libre de estrías.
De entrada, es esencial beber agua todos los días, entorno a dos litros diarios, pues nos ayudará a mantenernos hidratadas, incluyendo la dermis, de forma que ni se reseque ni pierda elasticidad.

Si se te hace cuesta arriba, prueba a tomar infusiones, le darán un toque de sabor y te pueden aportar otros beneficios interesantes gracias a sus propiedades diuréticas, entre otras.
A esto debes sumar una alimentación sana y equilibrada en la que no abunde la sal. Por ejemplo, es importante que consumas frutas y verduras variadas a diario.
Es interesante que aumentes la cantidad de aquellas con un alto contenido en vitaminas (sobre todo la C, como es el caso de las naranjas o las mandarinas) y que tomes huevos -por su contenido elevado en proteínas-, soja -para mejorar la elasticidad de la dermis-, plátanos -repletos de potasio- y carnes como la de pavo, que son muy ricas en zinc.
Estos hábitos deben acompañarse a algo de deporte que, por supuesto, debe estar adaptado a tu condicionamiento físico, pero también a tu estado gestante.
Así que lo mejor es que salgas a caminar a diario dentro de lo posible y que alrededor de dos veces por semanas realices actividades de mayor intensidad, como ejercicios cardiovasculares que mejoren tu flujo sanguíneo, como sentadillas o yoga.
Otros consejos habituales están relacionados con la vestimenta, que no debe ser demasiado ceñida. En este caso, con más razón, pues durante la gestación no es recomendable ir excesivamente apretada, sobre todo en la zona de la barriga y en el pecho, así que compra un sujetador que se adapte a la zona sin aplastar.
Tampoco te duches con agua demasiado caliente, pues cuanto más fresquita, mejor será para tu circulación.
Además, debes intentar descansar un mínimo de ocho horas diarias. En estas condiciones no siempre es posible, pues a veces es inevitable desvelarse por la noche, pero intenta tener un horario fijo y seguir esta rutina.
Y, por último, no te olvides de echarte protector solar -mínimo de SPF30+- siempre que vayas a estar expuesta directamente a sus rayos, que podrían secarte la piel, marcar las estrías o manchas que ya tengan e incluso ocasionarte problemas graves de salud.
En definitiva...
Después de este breve pero intenso repaso, seguro que estás mucho más preparada para hacer frente a las estrías y mantenerlas a raya durante todo el proceso del embarazo.
No olvides que lo importante es ser constante en la combinación de estos métodos para obtener grandes resultados que además sean duraderos en el tiempo.
Tampoco pierdas de vista que, sin un ritmo de vida adecuado y unos hábitos sanos, es fácil que comiencen a salir de nuevo.
Del mismo modo, si no aplicas a diario el tratamiento elegido, aumentarás las posibilidades de que aparezcan estas marcas, así que ten en mente que esto es algo que requiere su tiempo.
En cuanto a porqué opción decantarte, mi recomendación siempre van a ser los cosméticos especializados por los beneficios que tienen y lo fáciles que son de utilizar, pero te animo a que pruebes también algún remedio casero.
Por tanto, debes ser paciente e intentar no agobiarte. Al fin y al cabo, las estrías es algo que nos ha sucedido a todas y tampoco sucede nada porque estén allí.
Así que cuídate, pero tampoco te obsesiones. Recuerda que ahora mismo lo más importante sois tú y tu bebé.