Cómo preparar la piel para el invierno, según un dermatólogo

A medida que las hojas caen y el termómetro desciende, es esencial que prestes atención a las señales de tu piel. Ante el cambio de estación, tu rutina de cuidado debe transformarse para combatir el frío que se avecina. La experta en dermatología, Dra. Montserrat Fernández Guarino, nos comparte su sabiduría: "El invierno exige una hidratación más intensa y una protección constante contra los elementos". Con sus consejos, aprenderás a adaptar tu cuidado diario y a enfrentar el invierno con una piel sana y llena de vida. Prepárate para sumergirte en un oasis de bienestar y belleza con cada palabra que nos regala la Dra. Fernández Guarino.

Aplicar hidratación en fases

Aplicar hidratación en fases es una estrategia clave para prepararla para el invierno y protegerla de la sequedad y la irritación. La Dra. Montserrat Fernández Guarino recomienda utilizar productos específicos en diferentes momentos del día para mantener la piel hidratada y saludable.

Por la mañana, se debe usar una crema hidratante ligera que contenga factor de protección solar para proteger la piel de los rayos UV y ayudar a reparar la barrera protectora de la piel. Los sérums hidratantes son una excelente opción para utilizar antes de la crema hidratante, ya que contienen ingredientes activos en concentraciones más altas que las cremas hidratantes. Los sérums hidratantes pueden ayudar a atraer y retener la humedad en la piel, lo que la hace más suave y elástica.

Por la noche, se debe aplicar una crema más rica y nutritiva para reparar la piel mientras se duerme. Las cremas hidratantes más ricas contienen ingredientes como aceites y mantecas que ayudan a sellar la humedad en la piel y prevenir la pérdida de agua. También se recomienda utilizar una mascarilla hidratante una o dos veces a la semana para dar un impulso extra de hidratación a la piel.

Algunos ingredientes activos que se encuentran en los sérums hidratantes incluyen ácido hialurónico y glicerina. El ácido hialurónico es un humectante natural que puede retener hasta 1000 veces su peso en agua, lo que lo hace ideal para hidratar la piel en profundidad. La glicerina es otro humectante natural que atrae la humedad y ayuda a retenerla.

No abusar del agua caliente en la ducha o el baño

Para proteger tu piel del frío invierno, es importante evitar el uso excesivo de agua caliente en la ducha o el baño. El agua caliente puede eliminar los aceites naturales, dañando la barrera protectora y dejándola seca y vulnerable a las irritaciones y las grietas.

En su lugar, opta por agua tibia y limita el tiempo que pasas en la ducha o el baño a no más de 10 minutos. Después de lavarte, sécalo suavemente con una toalla y aplica inmediatamente una crema hidratante para sellar la humedad en tu piel. Para elegir una crema hidratante adecuada para el invierno, busca productos que contengan ingredientes hidratantes como glicerina, ácido hialurónico o manteca de karité.

También puedes considerar el uso de aceites naturales como el aceite de coco, el aceite de almendras o el aceite de jojoba para hidratar después de la ducha o el baño. Estos aceites son ricos en nutrientes y pueden ayudar a reparar y proteger la barrera protectora de la piel.

Hábitos para preparar la piel para el invierno

Para prepararla para el invierno, es importante adoptar hábitos saludables que ayuden a mantener la hidratación y protegerla de los elementos. La Dra. Montserrat Fernández Guarino recomienda seguir una rutina diaria de cuidado de la piel que incluya limpieza, hidratación y protección solar. Además, es esencial ser constantes con los productos adecuados para nuestro tipo de piel.

"La importancia de una rutina diaria de cuidado de la piel radica en mantener la salud y apariencia de la piel a lo largo del tiempo. Una rutina constante ayuda a prevenir problemas dermatológicos, promueve la hidratación y combate los efectos del envejecimiento", explica la Dra. Montserrat Fernández Guarino.

La hidratación diaria es clave para mantener la barrera cutánea y prevenir la sequedad. Un cuidado apropiado asegura una apariencia más saludable, mayor resistencia a irritaciones y un aspecto más juvenil. Además, la hidratación de la piel ha demostrado mejorar la respuesta a los tratamientos en pacientes con dermatitis, dermatitis atópica y psoriasis.

Otro hábito importante es proteger la piel del sol a diario, incluso en invierno. La exposición al sol puede causar daño a largo plazo, como arrugas y manchas. El protector solar es esencial para salvaguardar de los dañinos rayos UV, previniendo el envejecimiento prematuro y reduciendo el riesgo de cáncer cutáneo.

Además de estos hábitos, también es importante evitar el uso excesivo de agua caliente en la ducha o el baño, ya que puede eliminar los aceites naturales y dañar la barrera protectora. En su lugar, opta por agua tibia y limita el tiempo que pasas en la ducha o el baño a no más de 10 minutos. Después de lavarte, sécalo suavemente con una toalla y aplica inmediatamente una crema hidratante para sellar la humedad en tu piel.

Utilizar un humidificador para prevenir la sequedad ambiental

Utilizar un humidificador es una excelente manera de prevenir la sequedad ambiental durante el invierno. La calefacción central y los radiadores pueden reducir la humedad en el aire, lo que puede causar sequedad en la piel, labios agrietados y grietas en las manos y los pies. Un humidificador puede ayudar a restaurar la humedad perdida en el aire y mantener la piel hidratada y saludable.

La Dra. Montserrat Fernández Guarino recomienda utilizar un humidificador en habitaciones donde pasas mucho tiempo, como el dormitorio y el salón. También sugiere utilizar un humidificador en la oficina si es posible. Cuando se utiliza un humidificador, se debe asegurar de limpiarlo regularmente según las instrucciones del fabricante para evitar la acumulación de moho y bacterias.

Para utilizar un humidificador de manera efectiva, se recomienda mantener la humedad en el aire entre el 40% y el 60%. También es importante ajustar la configuración del dispositivo según las necesidades de humedad de la habitación. Además de utilizar un humidificador, también se recomienda beber mucha agua para mantener la hidratación desde dentro y utilizar productos específicos para la sequedad, como una crema rica en aceites y mantecas.

Para mantenerla hidratada durante el invierno, se recomienda utilizar una crema hidratante rica en aceites y mantecas después de lavarse la cara y antes de acostarse. También se puede utilizar un sérum hidratante antes de la crema hidratante para atraer y retener la humedad en la piel. Además, se recomienda evitar el uso excesivo de agua caliente en la ducha o el baño, ya que puede eliminar los aceites naturales y dañar la barrera protectora.