Los 10 mandamientos del cuidado de la piel, según nuestros editores


¿Lista para transformar tu rutina de belleza? Nuestros editores han destilado su sabiduría en los 10 mandamientos esenciales para el cuidado de la piel, perfectos para la mujer moderna. No solo eso, sino que también hemos contado con la colaboración de una autoridad en dermatología, la Dra. Marina Canseco Martin, cuya experiencia en el Hospital Central De La Defensa Gómez es inigualable. "Cada detalle cuenta cuando se trata de cuidar tu piel", insiste la Dra. Canseco, "desde la elección de productos hasta la constancia en tu rutina". Así que siéntate cómoda, toma nota y continúa con nosotros para desvelar cada secreto que hará brillar tu piel con luz propia.

Los 10 mandamientos del cuidado de la piel, según nuestros editores

Usa protección solar

Según la Dra. Marina Canseco Martin, dermatólogo en el Hospital Central De La Defensa Gómez, "la protección solar es esencial para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel". La Dra. Canseco explica que "la radiación ultravioleta produce daño a nivel del ADN y aumenta el estrés oxidativo y los radicales libres, lo que conduce al daño y muerte celular. Esto se traduce en arrugas, manchas y pérdida de elasticidad".

Para proteger tu piel del sol, la Dra. Canseco recomienda usar protección solar de factor 50 diariamente, incluso en días nublados. También es importante protegerse del sol con medidas físicas como gorros, gafas de sol y camisetas especiales, y evitar las horas centrales del día cuando los rayos solares son más fuertes.

Hidratación en profundidad

Según la Dra. Marina Canseco Martin, dermatólogo en el Hospital Central De La Defensa Gómez, "la hidratación en profundidad es fundamental para mantener una piel sana y radiante". Una piel hidratada presenta mayor luminosidad, elasticidad y menos arrugas y rugosidad.

Para lograr una hidratación en profundidad, es importante utilizar productos específicos que penetren en las capas más profundas de la piel. Los humectantes, como la glicerina y el ácido hialurónico, atraen el agua hacia la piel, mientras que los emolientes, como los aceites y las ceras, crean una barrera protectora que evita la pérdida de humedad.

La Dra. Canseco recomienda utilizar cremas hidratantes y sérums específicos para lograr una hidratación en profundidad. También es importante beber suficiente agua para mantener la hidratación interna de la piel. "Se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día", afirma la Dra. Canseco.

No te conformes

No te conformes con una rutina de cuidado de la piel estándar. Cada piel es única y tiene diferentes necesidades. Si tienes la piel grasa, busca productos que regulen la producción de sebo y contengan ingredientes como el ácido salicílico o el niacinamida. Si tienes la piel seca, opta por productos hidratantes ricos en ingredientes como el ácido hialurónico o la glicerina. Si tienes la piel sensible, busca productos suaves y sin fragancias, y evita los ingredientes irritantes como el alcohol. Además, no tengas miedo de probar nuevos productos y rutinas para encontrar lo que funciona mejor para ti. Por ejemplo, si tienes la piel grasa y propensa al acné, podrías probar una rutina de doble limpieza seguida de un tónico con ácido salicílico y una crema hidratante ligera. Si tienes la piel seca y deshidratada, podrías probar una mascarilla hidratante una vez a la semana seguida de un sérum con ácido hialurónico y una crema hidratante rica.

El cuello y el escote son áreas que a menudo se descuidan en las rutinas de cuidado de la piel, pero son igual de importantes que el rostro. "La piel del cuello y el escote es más delgada y más frágil que la del rostro, por lo que es más susceptible a los signos de envejecimiento", explica la Dra. Marina Canseco Martin, dermatólogo en el Hospital Central De La Defensa Gómez.

Para cuidar adecuadamente el cuello y el escote, es importante extender los productos de cuidado de la piel que utilizas en el rostro hasta estas áreas. Esto incluye la protección solar, ya que la exposición al sol es uno de los principales factores que contribuyen al envejecimiento de la piel. "La radiación ultravioleta produce daño a nivel del ADN y aumenta el estrés oxidativo y los radicales libres, lo que conduce al daño y muerte celular. Esto se traduce en arrugas, manchas y pérdida de elasticidad", afirma la Dra. Canseco.

Además de la protección solar, la Dra. Canseco recomienda utilizar productos específicos para el cuello y el escote, como cremas hidratantes y sérums reafirmantes, para ayudar a mejorar la elasticidad y la firmeza de la piel. También es importante evitar la exposición al sol sin protección y evitar fumar, ya que ambos factores pueden acelerar el envejecimiento de la piel. Dormir boca arriba y utilizar almohadas que no ejerzan presión sobre el cuello y el escote también pueden ayudar a prevenir los signos de envejecimiento.

Cuidar el cuello y el escote no solo puede ayudar a prevenir los signos de envejecimiento, sino que también puede mejorar la apariencia general de la piel. "Una piel hidratada y cuidada en el cuello y el escote puede hacer que luzcas más joven y saludable", afirma la Dra. Canseco.

Agua, esencial para la piel

El agua es esencial para mantener una piel sana, radiante y joven. La deshidratación puede causar sequedad, arrugas, falta de elasticidad y un aspecto apagado. La Dra. Marina Canseco Martin recomienda beber al menos 2 litros de agua al día para mantener la hidratación interna de la piel y mejorar su textura y elasticidad.

Además de beber agua, es importante incorporar productos hidratantes en tu rutina diaria de cuidado de la piel. Busca productos que contengan ingredientes humectantes como glicerina, ácido hialurónico y aloe vera. Estos ingredientes ayudan a retener la humedad en la superficie de la piel y mantenerla hidratada durante todo el día.

También puedes considerar utilizar una loción corporal hidratante después de la ducha para sellar la humedad en tu piel. Y no olvides proteger tu piel del sol con un protector solar de amplio espectro, ya que la exposición al sol puede causar deshidratación y daño a la piel.

Retirar el maquillaje antes de acostarse es esencial para mantener la piel sana y radiante. De lo contrario, los poros se obstruirán y la piel no podrá respirar ni regenerarse adecuadamente durante la noche. Utiliza un desmaquillante suave y adecuado para tu tipo de piel, y asegúrate de eliminar todo el maquillaje, especialmente en las zonas más problemáticas como los ojos y los labios.

Después de desmaquillarte, limpia tu piel con un producto específico para eliminar los restos de suciedad y maquillaje que puedan quedar. Utiliza movimientos suaves y circulares, y evita frotar la piel en exceso para no irritarla. Enjuaga tu rostro con agua tibia y sécalo suavemente con una toalla limpia. Además de mantener la piel limpia y sana, retirar el maquillaje y limpiar la piel ayuda a prevenir el acné, las manchas y las arrugas.

Frutas y verduras, tus aliadas

Las frutas y verduras son tus mejores aliadas para una piel sana y radiante. Estos alimentos están repletos de vitaminas, minerales y antioxidantes que ayudan a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres y a promover la regeneración celular. Además, muchas frutas y verduras son ricas en agua, lo que ayuda a mantener la piel hidratada y suave.

¿Por qué no incluir más bayas en tu dieta? Estas pequeñas frutas están llenas de antioxidantes y vitamina C, que ayuda a producir colágeno y a mantener la piel firme y elástica. Las verduras de hoja verde, como la espinaca y la col rizada, son ricas en vitamina A, que ayuda a promover la regeneración celular y a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. Los aguacates son ricos en grasas saludables y vitamina E, que ayuda a proteger la piel del daño solar y a mantenerla hidratada.

Las zanahorias son una excelente fuente de betacaroteno, que se convierte en vitamina A en el cuerpo y ayuda a proteger la piel del daño solar. Los tomates son ricos en licopeno, un antioxidante que ayuda a proteger la piel del daño solar y a prevenir el envejecimiento prematuro. Además, el consumo regular de frutas y verduras puede ayudar a reducir la inflamación y a mejorar la digestión, lo que puede tener un impacto positivo en la salud de la piel.

Así que no lo dudes más, incluye más frutas y verduras en tu dieta diaria y verás los resultados en tu piel.

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y está expuesta a múltiples factores externos que pueden dañarla. Por eso, es importante cuidarla y evitar hábitos dañinos que puedan acelerar el envejecimiento y causar problemas en la piel.

No fumes

Fumar es uno de los hábitos más perjudiciales para la piel. El humo del tabaco contiene más de 4.000 sustancias químicas tóxicas que dañan la piel y aceleran el envejecimiento. Además, fumar reduce el flujo sanguíneo y la oxigenación de la piel, lo que puede causar arrugas, manchas y una tez apagada.

Protege tu piel del sol

La exposición excesiva al sol sin protección adecuada es otro hábito dañino para la piel. Los rayos UV del sol pueden causar daño en la piel, incluyendo quemaduras solares, manchas, arrugas y cáncer de piel. Es importante usar protector solar todos los días, incluso en días nublados, y evitar la exposición al sol durante las horas de mayor intensidad.

Reduce el estrés

El estrés excesivo también puede causar problemas en la piel, como acné, eczema y psoriasis. La práctica de actividades relajantes como el yoga, la meditación o la respiración profunda puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud de la piel.

Evita la contaminación ambiental

La contaminación del aire puede causar daño en la piel, incluyendo envejecimiento prematuro, manchas y acné. Si vives en una zona con alta contaminación, considera usar una máscara facial para proteger tu piel cuando salgas al exterior.

Importancia del cuidado de las manos

Las manos son una de las partes del cuerpo que más se exponen al exterior y, por lo tanto, a los agentes contaminantes y agresores. Por eso, es importante cuidarlas adecuadamente para mantenerlas sanas y hermosas.

Hidratación

Una de las claves para lograrlo es hidratarlas regularmente, ya que la piel de las manos tiende a secarse con facilidad. Utiliza una crema hidratante específica para manos y aplícala varias veces al día, especialmente después de lavarlas o de exponerlas al sol o al frío.

La hidratación no solo ayuda a mantener la piel suave y tersa, sino que también previene la aparición de arrugas y líneas de expresión prematuras.

Protección solar

Otro aspecto importante del cuidado de las manos es protegerlas del sol. La exposición a los rayos UVA y UVB puede causar daños en la piel, como manchas, arrugas y cáncer de piel. Utiliza un protector solar con un factor de protección alto y renuévalo cada dos horas si estás expuesta al sol durante mucho tiempo.

Cuidado de las uñas

Mantener las uñas limpias y cortadas es otro hábito saludable para las manos. Utiliza un lima de uñas para darles forma y evitar que se rompan o se astillen. Además, recuerda hidratar las cutículas para evitar que se resequen y se agrieten.

Si notas cambios en la pigmentación de las uñas, como manchas blancas o amarillas, o si sientes molestias persistentes, acude a un profesional de la salud para que evalúe tu situación y te dé el tratamiento adecuado.

Signos de alerta

Por último, no olvides prestar atención a los signos de alerta, como cambios en la pigmentación, úlceras que no cicatrizan o molestias persistentes. Si notas alguno de estos síntomas, acude a un profesional de la salud para que evalúe tu situación y te dé el tratamiento adecuado.

Exfoliación para una piel radiante

Exfoliación para una piel radiante

La exfoliación es un paso esencial en cualquier rutina de cuidado de la piel, ya que ayuda a eliminar las células muertas de la superficie de la piel y a revelar una piel más suave, más brillante y más joven. Además, la exfoliación puede mejorar la eficacia de otros productos de cuidado de la piel, ya que permite que penetren más profundamente en la piel.

Hay dos tipos principales de exfoliación: física y química. La exfoliación física implica el uso de un producto abrasivo, como una esponja o un guante de crin, para eliminar las células muertas de la piel. La exfoliación química, por otro lado, utiliza ácidos o enzimas para disolver las células muertas de la piel. Los ácidos comúnmente utilizados en la exfoliación química incluyen el ácido glicólico, el ácido salicílico y el ácido láctico.

Es importante elegir el tipo de exfoliación adecuado para tu tipo de piel. Si tienes la piel sensible, es mejor optar por una exfoliación química suave, como un peeling de ácido láctico o glicólico. Si tienes la piel grasa o con acné, el ácido salicílico puede ser una buena opción, ya que ayuda a desobstruir los poros y a reducir la producción de sebo. Si tienes la piel seca, el ácido láctico puede ser una buena opción, ya que es hidratante y suave.

La exfoliación también puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. Al eliminar las células muertas de la superficie de la piel, se estimula la producción de colágeno y elastina, lo que puede ayudar a mantener la piel firme y elástica. Además, la exfoliación puede ayudar a reducir la apariencia de líneas finas y arrugas.

Recuerda exfoliar tu piel con moderación. Exfoliar demasiado puede dañar la barrera protectora de la piel y causar irritación, enrojecimiento y sequedad. La frecuencia ideal de exfoliación depende de tu tipo de piel y del producto que estés utilizando. En general, se recomienda exfoliar una o dos veces por semana.

Si estás buscando un producto de exfoliación, considere utilizar un exfoliante suave, como el exfoliante facial de ácido glicólico de The Ordinary. Este producto contiene un 7% de ácido glicólico y es adecuado para todos los tipos de piel. También puede probar un exfoliante físico, como el guante de crin de Sigma Beauty. Este guante es suave y puede usarse en todo el cuerpo para eliminar las células muertas de la piel.

Recuerda siempre hidratar tu piel después de exfoliarla, ya que esto ayudará a mantener la piel suave y tersa. También es importante usar protector solar todos los días, ya que la exfoliación puede hacer que la piel sea más sensible al sol.

Escrito por: Manuela Ruiz